Es
normal preguntarse ¿Para qué hacer un trabajo tan fuerte para lograr objetivos?
La respuesta radical en que el trabajo duro ayuda a centrar tu atención en una
sola idea y es un método que no falla para que puedas alcanzar tus metas.
El
trabajo fuerte no es para todo el mundo:
Está
claro que el trabajo fuerte no es para todo el mundo, lo puede ver en el
entrenamiento militar, las disciplinas deportivas y el éxito empresarial. La mayoría
de las personas tienden a buscar el camino fácil, aquel que no exija tanto y
donde no se presenten demasiadas complicaciones.
Pero
el trabajo fuerte da enormes recompensas, entonces hay que verlo como un medio
que te permite alcanzar una mejor posición. Si aprendes a afanarte por
ideas que son importantes para tu vida siempre encontrarás espacios que
aumenten tu bienestar.
Puedes
acostumbrarte al trabajo fuerte a través de una disciplina progresiva:
La
disciplina comienza con un gran deseo de cambio, donde tienes tantos objetivos
por cumplir que organizar tu vida y tiempo es algo necesario, lo harás por
etapa, algunos consejos de utilidad son:
·
Necesitas un gran autodominio
para generar el hábito:
Apuesta por acciones automáticas,
donde no tengas que pensar demasiado en realizar las cosas, sino que actuar por impulso
pero en una dirección positiva, así como te levantas de la cama inmediatamente
a la ducha para tener un buen despertar y los sentidos alerta para ejecutar
acciones provechosas. El autodominio se liga con el uso de LA VOLUNTAD.
Al comienzo de cualquier entrenamiento puedes sentir: pereza, miedo, incomodidad,
dolor, resistencia al cambio, etc. Pero requieres poner esa dosis adicional de
fuerza y es la motivación de alcanzar el objetivo.
·
No dejes ninguna posibilidad abierta
para fallar:
Este es el gran problema que enfrentan
las personas que no logran desarrollar autodisciplina, siempre están diciendo: “hoy
no, pero mañana sí”, “la otra semana comienzo”, “hoy me daré feriado”, etc.
¿cuál es la consecuencia? Que van pasando los días, meses y años, pero el
objetivo no se está alcanzando, entonces no hay ningún cambio positivo. De modo
que no debes dejar ninguna posibilidad abierta de fallar, organiza muy bien tú
tiempo y aprende a ser diligente y
verás como los cambios positivos llegan.
·
Aprende a automotivarte:
Puedes usar un conjunto de IDEAS POSITIVAS
que te repites a ti mismo, como: “soy un gran expositor”, “mi estado físico es
fantástico”, “mi nivel de autodisciplina es admirable”, “puedo lograr todo lo
que quiero”, etc. En los momentos en que estés enfrentando lo duro de un
entrenamiento, esas palabras te servirán para aumentar los ánimos y nunca
desfallecer.
· Si por alguna razón muy
especial, llegas a fallar, reacciona lo más pronto posible:
Puede presentarse algún imprevisto o
emergencia y quizás falles en tu rutina de realizar ciertas tareas, sin embargo
no dejes que ese pequeño hueco se haga más grande, busca recuperar el ritmo lo
más pronto que puedas y disminuir los efectos negativos.
Cuando
has desarrollado una gran disciplina, entonces las puertas del éxito se abren
para ti en todo lo que te propongas:
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